1. Qué necesitas conocer antes de empezar a escribir tu novela

Bienvenido wolfie a este blog loco en el que te acompañaré en el proceso de escritura de tu novela 🙂

Ya tenemos claro que quieres escribir una novela. Tienes la idea principal pero te falta desarrollarla al completo y darle un poco de forma. Imaginemos que quieres escribir una novela sobre brujas, pero aún te falta concretar todo lo demás. Pues empecemos por el principio. Yo le llamo la fase de las preguntas elementales:

Existen preguntas mágicas que te ayudarán a no solo darle forma a tu idea, sino también a estructurarla y que el resultado sea más que satisfactorio. Seguro que cuando las leas ahora, te veas teletransportado a tu instituto. Y no es raro teniendo en cuenta, que las he sacado de una clase que me dio una profesora en Lengua y que tan útiles me han sido. Son las siguientes:

 ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué? 

Una vez contestes a estas preguntas, conseguirás tener mucha más información de la que podrás imaginar y esa información es precisamente, lo que necesitas para empezar a escribir. ¿Y sabes por qué? Pues porque cada una de esas preguntas que contestes, tienen que ver con los puntos clave de tu novela. Así de sencillo. Pero no solo son importantes por esto que te he contado, sino porque dependiendo de la respuesta que elijas en una o varias de esas preguntas… ¡La historia puede diferir y cambiar mucho! Tanto, que puede ser una historia totalmente diferente. Y para que lo entiendas, te pondré un ejemplo basándome en la idea principal de las brujas:

No es lo mismo una historia de brujas que ocurra en Inglaterra en el año 1800, a la misma historia en la actualidad en California.

No solo deberías cambiar el lenguaje empleado, sino también las costumbres, creencias religiosas, o incluso la ambientación. ¿Entiendes ahora la importancia y el verdadero valor de estas preguntas? 😉 


Mi consejo, es que antes de seguir leyendo, tomes lápiz y papel por si durante su lectura te viene a la cabeza alguna idea genial.


Y ahora sí, hablemos con más detenimiento de cada una de ellas:

  • ¿Quién?

Son los personajes que aparecerán en tu obra. Para comenzar, céntrate en tu protagonista (luego tendrás tiempo de repetir esto mismo para añadir  más personajes en la historia). Para definirle, puedes preguntarte ¿A quién le ocurre? ¿Quién es?

  • ¿Cuándo?

Sitúa la historia en un marco temporal. Es importante que determines su inicio, su duración y su final. Para ello, puedes preguntarte ¿Cuándo ocurre? ¿Cuánto dura?

  • ¿Dónde?

Es el lugar físico donde situarás la historia.  A veces las historias necesitan ubicarse en varios sitios como distintas localidades, distintos mundos o las distintas estancias de un lugar como un castillo o un poblado. Para ello, puedes preguntarte ¿Dónde ocurre?

  • ¿Cómo?

Tendrás que describir el  modo en el que se producen los acontecimientos o hechos. Para ellos, puedes preguntarte ¿Cómo ocurre?

  • ¿Por qué?

Explica las razones y las motivaciones por las que se ha producido la historia o los hechos de la pregunta anterior. Comienza con la idea principal y luego aplica esta regla al resto de subtramas o historias secundarias. Puedes preguntarte ¿Por qué ocurre?

  • ¿Qué?

Esta pregunta hace referencia  a las acciones y los acontecimientos que suceden en tu historia y que forman parte de ella. De hecho, creo que esta es la pregunta estrella y a la que más se recurre. Para ello, puedes preguntarte ¿Qué ocurre ?

Y explicado todo esto, pensarás… ¿Así de simple? pero, ¿Cómo voy a ser capaz de generar ideas para contestar a estas preguntas? ¿Solo con contestarlas ya tengo la historia planificada? Siento decirte que no funciona así. No es tan sencillo como parece y requiere de más explicaciones a fondo así de trucos para llevarlo a cabo y que tu obra quede perfecta. La buena noticia: que con mi Método Bewolf  te voy a ir desgranando cada semana cada uno de esos apartados de forma tan sencilla, que cuando lo acabes, tendrás una guía completa que te ayudará a escribir tu gran obra la cual podrás consultar, modificar a tu antojo o ampliarla siempre que lo necesites porque si aun no te has dado cuenta o si es tu primera obra, te contaré un secreto: Las historias tienen vida propia y son ellas las que te guían a ti cambiando el rumbo de la historia y de los personajes 😉


Ahora te demostraré con un ejemplo inventado, cómo elegir una idea principal partiendo de la base de que quiero escribir una novela sobre brujas.


¿Quién? Shawn, una joven bruja de dieciséis años.

¿Cuándo? Como quiero que sea fantasía, me inventaré la unidad de tiempo. Ocurrirá en el Año II de la luna azul.

¿Dónde? Igualmente, inventaré el lugar. Para salir de los tópicos, de primeras la situaré en Greenrocks, un extenso bosque en el que conviven otras criaturas animales al servicio de los aquelarres que habitan en el interior de  cuevas.

¿Qué? Shawn decide huir de esa vida con su familia y demás hermanas.

¿Porqué? porque no se siente identificada con la vida de sacrificios y ofrendas de su aquelarre. No quiere seguir practicando la brujería.

¿Cómo? Una noche decide escapar para ir a la ciudad del Sol Poniente,  pero en  mitad del camino, es atacada y secuestrada por un hombre lobo que necesita dinero y que la venderá en el mercado negro de especies.

Esta historia que me acabo de inventar mientras escribía el ejemplo, te puede servir para darte cuenta que contestando a estas cinco preguntas, es muy fácil que puedan surgir millones de novelas y que no se tarda más de diez minutos en hacer. 

EJERCICIO:

Ahora te toca a ti escribir en ese papel varias historias. Ponte un cronómetro de media hora y  escribe todas las ideas que se te ocurran del mismo modo que mi ejemplo. No te preocupes si algunas parecen descabelladas o sin sentido, sigue escribiendo. La idea de tu próxima novela está entre ellas 😉

Nos vemos la próxima semana para hablarte en profundidad del «Qué ocurre en tu historia»

Nos Leemos!!! 🙂